miércoles, 15 de noviembre de 2006

NUESTRO COMPROMISO CONTRA LA CORRUPCIÓN: MÁS ALLÁ DE MOVILIZACIONES Y PROTESTAS

El partido político Constructores Perú, a propósito de las manifestaciones contra la corrupción y los recientes hechos vergonzantes que ponen en evidencia una vez más la complicidad complaciente de nuestros gobernantes, expresa a la ciudadanía lo siguiente:

1. La corrupción es un mal sobre el cual todos tenemos responsabilidad. Es falso y hasta contraproducente enfatizar exclusivamente el aspecto gubernamental de la corrupción; en efecto, todos los días, en nuestras diferentes actividades, los peruanos realizamos actos reñidos con la ética y contrarios a virtudes como la honestidad, la honradez o la justicia, sin que ello implique un mínimo reparo o reflexión ante lo cometido. Muchos compatriotas han perdido la capacidad de indignarse frente a sus propias faltas, consideran normal beneficiarse pasando por encima de instituciones y reglas, incluso transgrediendo intereses públicos o de otros ciudadanos, bajo explicaciones increíbles como que “todos lo hacen” o que “es lo que funciona”.

2. La lucha contra la corrupción nos compromete a todos. No basta con mantener una actitud supuestamente ética, completamente alejada de los vicios de la corrupción: en el Perú de hoy no es ético mantenerse neutrales frente a la corrupción estructural. La degeneración es inmensa y requiere del esfuerzo sostenido de los ciudadanos y el poder público para prever, desalentar, denunciar y sancionar a quienes se aprovechan del Estado para el beneficio privado, en perjuicio del interés público. Son muchos los corruptos y los corruptores que pugnan por mantener el estadio actual, por ello, para Constructores Perú un verdadero cambio pasa por ser agentes transformadores, que construyan a través del ejemplo, la fiscalización y las propuestas.

3. La corrupción impide fortalecer el sistema democrático y establecer lazos de confianza: La democracia y sus instituciones son socavadas con cada acto de corrupción, peor aún cuando estos se ven favorecidos con la impunidad. Esta perversión profundiza la pérdida de credibilidad del Estado frente a los ciudadanos y de las propias relaciones interpersonales, lo que trae como consecuencia la suspicacia de unos frente a otros, la deslegitimación del poder político, la crisis del sistema político democrático y la ineficiencia del sistema económico. Constructores Perú apuesta por la generación de un clima de confianza en la función pública y en las relaciones personales, que permita concentrarnos en aquello que justifica la organización de las sociedades: el desarrollo social encaminado al bien común.

4. La corrupción nos cuesta caro. La corrupción no implica solo el aprovechamiento indebido de recursos de todos los peruanos para el beneficio particular, significa también el sostenimiento de un necesario sistema de control y de instituciones que se dediquen a combatir vivamente con la corrupción. El sistema de control y de lucha anticorrupción, mejorable en su totalidad, pero del cual no podemos prescindir, requiere de grandes cantidades de recursos para afrontar sus funciones de manera adecuada, a pesar que nuestro país es uno todavía emergente, en el que los recursos son escasos y son muchas las necesidades urgentes. Para Constructores Perú es impostergable trabajar por los pobres y excluidos –que en nuestro país son la inmensa mayoría–, en tal sentido, consideramos que la corrupción es doblemente perversa e inmoral: no solo roba los pocos recursos que tenemos, sino que nos resulta imprescindible usar más recursos para luchar contra ella.

5. Los políticos deben asumir su responsabilidad. La complicidad manifiesta de nuestros gobernantes, de ahora y de la década pasada, demuestran una falta de compromiso con las personas a las que ellos se deben: todos los peruanos. Así, asuntos personales o beneficios particulares, disfrazados de ignorancia grotesca o de retorcida inocencia, prevalecen frente a asuntos conscientemente postergados, a pesar de los intereses nacionales que se dice defender en los discursos. Nuestros gobernantes no parecen ser conscientes que sus decisiones, y principalmente sus omisiones, importan para muchos peruanos la diferencia entre vivir en condiciones dignas o permanecer ajenos a las satisfacciones que merece todo ser humano (cuando no pierden su vida misma). No obstante, Constructores Perú reivindica a la política como actividad transformadora que parte de una comprometida vocación de servicio. Nuestro partido practica la política con ética, por ello es capaz de exigirle a los demás partidos que cambien de actitud; pero no solo exige, sino que pregona con el ejemplo, y comprende además la importancia de hacerse públicamente responsable de sus actos y decisiones en el ejercicio del poder político.

6. Por un Estado sin corrupción. La reforma del Estado y la transformación de los peruanos en verdaderos ciudadanos –conscientes y comprometidos con sus derechos y deberes–, implican la creación y reformulación de los mecanismos tradicionales de fiscalización y sanción. Pero no solo eso, demandan también una relectura del Perú, niveles de diálogo y catarsis, así como la construcción conjunta de propuestas que terminen desmontando las estructuras corruptas e institucionalizando mecanismos consistentes que abarquen inclusive la prevención de vicios y el reconocimiento de virtudes ciudadanas. Si bien todos tenemos diferentes niveles de participación en esta apuesta, Constructores Perú considera que solo desde un trabajo común de la ciudadanía, los partidos realmente comprometidos y los gobernantes se podrá solucionar uno de los peores males de nuestra república.

PARTIDO POLÍTICO CONSTRUCTORES PERÚ
Coordinadora Ejecutiva Nacional

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