jueves, 16 de noviembre de 2006

POR LA CONSTRUCCIÓN DE UNA NUEVA DIRIGENCIA POLÍTICA PARA EL PERÚ

Estimados conciudadanos:

La mayoría de los peruanos y peruanas nos veremos obligados a elegir entre quienes no queremos como gobernantes. Efectivamente, los resultados de las elecciones presidenciales muestran que ninguno de los partidos políticos ha obtenido nuestra confianza. Es más, todo el proceso electoral viene mostrando que nuestra dirigencia política carece de condiciones para ser considerada una elite política de verdad.

Es claro que las fuerzas políticas contendientes no han sido capaces de expresar con claridad un proyecto común para el Perú, del que se extraiga la agenda para los próximos cincos años. No han planteado soluciones integrales frente a los serios problemas que atraviesa nuestra sociedad, entre los cuales el mayor de todos es la EXCLUSIÓN. Esos problemas no se resolverán solo con discursos, con medidas aisladas o con exposición de cifras, si antes no se asume claramente que nuestras relaciones están cimentadas en la exclusión económica, social o cultural de multitud de ciudadanos, cuyas voces han dejado de ser escuchada por las dirigencias políticas.

Escuchar a esa multitud de ciudadanos supone apostar por una transformación del Estado, de manera que se reconstruya a la medida de las necesidades y aspiraciones de la gente. Esto es, construir una verdadera democracia, en la que el poder estatal sea efectivamente de los ciudadanos y ciudadanas, no solo al momento de votar, sino todos los días.

Esto exige:

1) Construir una identidad común como integrantes de un país, que parta de reconocer la vida de cada uno como el bien más valioso y la existencia de identidades individuales, locales y regionales que aporten a ese reconocimiento.

2) Implementar mecanismos que garanticen la superación de la pobreza, no “por chorreo” como un efecto del crecimiento, sino como el objetivo central de dicho crecimiento, garantizando la inclusión de aquellos que aún hoy no son tratados como ciudadanos o ciudadanas.

3) Hacer del territorio peruano un espacio “nuestro”, de cuyos frutos o recursos todos podamos gozar y compartir. Sólo así la gestión local y regional, así como las relaciones urbe-campo y persona-medio ambiente, cobrarán sentido en un proyecto nacional.

4) Asegurar una buena educación para todos, que permita que nuestro proyecto de país se sostenga y desarrolle en las generaciones venideras. Esa es nuestra única garantía de que los peruanos tengamos un futuro decente en el mundo del siglo XXI.

Sólo asumiendo estas exigencias, la democracia y las reformas pendientes en el Estado, tendrán sentido para nuestros compatriotas menos reconocidos y escuchados. Lamentablemente, parece que esto aun no ha sido entendido por quienes hoy pretenden gobernar el Perú.

Ante ello, a los ciudadanos responsables, capaces y honestos les corresponde asumir que mientras no decidan ser las nuevas elites políticas, mientras no decidan construir verdaderos partidos políticos, mientras no decidan participar en la vida política de nuestro país, los insensatos, corruptos o depredadores no serán desalojados de la escena del Perú de hoy.

El momento es propicio para hacerlo. A lo largo y ancho del país, una nueva generación está leyendo al Perú de una mejor manera, recuperando potencialidades ya conocidas, aunque poco promovidas. CONSTRUCTORES PERÚ los invita a sumarse a este esfuerzo, es decir, a poner en práctica la esperanza de una mejor política para un mejor país.

PARTIDO POLÍTICO CONSTRUCTORES PERÚ
Comité Ejecutivo Nacional

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