martes, 19 de junio de 2007

ANTE LA IRRESPONSABILIDAD Y CORRUPCIÓN EN EL GOBIERNO Y EL CONGRESO

A propósito de los acontecimientos ocurridos en torno a la elección de nuevos magistrados para el Tribunal Constitucional, el Congreso de la República ha mostrado con claridad su conformación infecta, con integrantes que –con contadas excepciones– en vez de representar los intereses nacionales continúan distrayéndose en maniobras que revelan su incompetencia o su corrupción. Sin embargo, esto también ha mostrado la urgencia de cambiar la dirigencia política de nuestro país. Por ello, Constructores Perú llama la atención sobre:

La incompetencia de la dirigencia política en el Congreso

O los congresistas votaron sabiendo lo que hacían o votaron sin saber. En cualquier caso, revelaron una vez más su mediocridad y la lógica del contubernio que guía sus acciones. Ahora, ante las presiones ciudadanas, tratan de deshacer lo que realizaron convencidamente. Como si no hubieran estado enterados de quién era quién, como si sus representantes en la comisión que seleccionó a los postulantes al Tribunal Constitucional no hubieran conocido de lo purulento de algunos candidatos, como si no hubieran participado activamente en el juego de las prebendas sin pensar en el país, como si no fuera evidente que simplemente han buscado satisfacer su deseo irrefrenable de controlarlo todo, alejados de una vocación real de servicio.

De esta manera, los partidos involucrados han aumentado el descrédito del Congreso, del Estado y de la política misma, haciéndole el juego a quienes persiguen llegar al gobierno o ejercerlo por medios no democráticos.

La política en la elección de los miembros del Tribunal Constitucional

Algunos han visto en este escándalo una oportunidad para desacreditar la búsqueda de consenso político como forma de elección de magistrados del Tribunal Constitucional, sin reparar en que las funciones y responsabilidades de estos están teñidas de política. Asimismo, contra lo que muchos quieren hacernos creer, la política no es mala ni nos es ajena. Los problemas del país, como los manifestados en este caso, no son de la política en sí misma, sino de la dirigencia política que nos gobierna, que ahora pretende trasladar cobardemente su responsabilidad a funcionarios administrativos.

Ante ello, nosotros reivindicamos la política, consideramos correcto que los integrantes del máximo tribunal del Estado surjan de una elección democrática y transparente de los representantes de los ciudadanos y ciudadanas, y rechazamos las prácticas de los actuales políticos en el Congreso y el gobierno.
La existencia de un proyecto autoritario de copamiento del Estado
El escándalo y la mentira en la elección de los integrantes del más importante tribunal de defensa de derechos constitucionales no es un hecho aislado, sino uno de varios intentos del alanismo y en general, del gobierno y sus aliados, de convertir nuevamente nuestro Estado en una chacra: intentos de neutralizar el papel de instituciones de control del Estado (CONSUCODE, entidades reguladoras, Defensoría del Pueblo, ONPE-JNE, etc.); retórica contraria a los derechos de la gente: pena de muerte, retiro de la Corte Interamericana , ataques a gremios y asociaciones civiles de desarrollo, énfasis en los deberes sin atender los derechos, insinuaciones de cierre del Congreso o la reelección, al igual que durante la década del fujimontesinismo, ante cuyos rezagos el alanismo actúa con ambigüedad cómplice.

La necesidad de construir una nueva dirigencia política para el Perú

Mientras el actual gobierno trata torpemente de copar todo el Estado, nuestros pueblos tienen urgencias que vienen gritando y que reciben por respuesta, gestos frívolos y demagógicos, sin más sustancia que el apetito de poder desconectado de los intereses de la gente. Urgencias que podrían llevar a vías violentas que al final perjudicarán a los más débiles. Para evitarlo, es necesario revalorar la política en vez de renegar de ella, construyendo una nueva elite política para el Perú, orientada hacia el servicio a la Patria y a sus ciudadanos y ciudadanas, en el marco de un proyecto nacional peruano.

En ese camino, mostremos nuestro repudio públicamente ante el Congreso, haciendo sentir nuestra voz contra la desvergüenza política de quienes creen que pronto nos olvidaremos de sus ruindades y mañoserías. Hagámosle saber al Perú que existimos peruanos dispuestos a cambiar el orden de cosas que ensucia la política.

¡Digamos con fuerza lo que tenemos que decir!
¡Por una nueva dirigencia política para el Perú!
¡Por un Tribunal Constitucional, honesto y capaz, para una República de ciudadanos!

Partido Político Constructores Perú